Buenas.
Sí. Recuerdo muchas cosas de aquel momento. De aquellas horas.
Lo que cené. Lo que vi en la tele, el tiempo que pasé durmiendo en el sofá. El tiempo que pasé abrazado a ella en el sofá. El tiempo que duró el masaje en la espalda. Cómo iban vestidas mis dos amigas del programa de “Buscar Ligues” que tiene Antena3.
Recuerdo infinitos detalles. Recuerdo también que estaba un poco preocupado. Era tarde. Y había coches a las 7 y media de la mañana. Pero creo... que en ese momento lo único que no quería era irme de allí. Seguir con ella. Que los segundos no pasaran.
Recuerdo también cuando “la noche” llegó a su fin. Y que hubo una propuesta de quedarse a dormir allá donde estábamos. Pero pensé en todo el mundo y lo más apropiado fue terminarlo allí y otro día más. Mira tú si por ser la primera.... sí, lo haré, con 2 cojones: lo llamaré cita. Como iba diciendo, mira tú por dónde si por ser la primera cita iba a provocar una catarsis mundial. Hablando de mundial... empezaba el mundial de F-1. Inicio de Temporada. Alonso. Ferrari. Vettel. Y mis comentarios con Mario. No podía no verlo, tenía que comentarlo todo el lunes a primera hora. jaja. Decidí optar por el camino fácil: Cada mochuelo a su olivo. Pero ahí no terminaba la cosa. Había que retornar a la dama a su coche.
Recuerdo lo que iba pensando en el corto trayecto de vuelta. Recuerdo que o era en ese momento o no era nunca. Y sé que era una oportunidad única. Y dije que no podía perderla. Ni a ella, ni a la oportunidad. Tenía una impresión de miedo porque era como la primera vez que me veía en tal situación.
La hora; 5 de la mañana. El minuto; 28 minutos pasadas las 5.
Ahí. Ahí sucumbí ante todo y todos y recé a todo cristo aunque no crea en nadie... Y ocurrió el momento que me unió a ella, aquel momento del que no me arrepiento. Los segundos, eternos, porque me hubiera quedado ahí toda la vida.
Recuerdo el sobresalto que dio cuando apunto de meterse en su coche la agarré por detrás y le di un abrazo.
La canción que escuché de vuelta a casa... (Ritmo de la Noche de Safri Duo)
Recuerdo el llegar a casa. El notar el móvil vibrar, leer el mensaje, contestar. Y dormir la friolera de una hora y media. Coches. Que disfruté mucho y que después me volví a dormir. Eso es todo lo que recuerdo de aquella gélida madrugada de primavera.
Un saludo a todos.
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