Buenas.
A veces en la vida te das cuenta de que es muy sencillo hacer feliz a alguien. Aunque sea momentáneo. Aunque sea para arrancarle una sonrisa.
Por ejemplo, a un niño de África con un juguete o con un plato de comida es muy feliz.
Pues algo parecido parece que pasó el pasado Miércoles.
Algo tan sencillo como pensar en un idioma más formal aquello que piensas y/o quieres decir, plasmarlo y enviarlo... algo tan sencillo como eso puede arrancar una sonrisa de ciertas personas.
Porque hay momentos en los que las personas necesitamos de estas cosas tan sencillas que podríamos llamar gilipoyeces. Para dar ánimos, para ayudar, o simplemente para hacerte notar.
Pero gilipoyeces de las buenas.
No cuesta nada hacerlo de vez en cuando. Y si provocamos el bien... pues mejor mejor.
Y dicho esto... Hoy se presenta una tarde-noche tranquila. Así que, si nada me lo impide, seguiré construyendo mi casa. Que tengo que aprovechar los momentos de no hacer nada para ponerme con ello. No se puede perder ni un sólo segundo.
Un saludo y pasad buen viernes.
Pues si, con que poquito se puede ser feliz ^^ Ala, siga usted construyendo a ver si pronto puede vivir en su casa! jeje
ResponderEliminarPues sí, cuesta muy poquito, pero a la gente le cuesta taaaaaanto, que eso suele diferenciar a las buenas personas...
ResponderEliminarLuna: Eso intento, construir. Pero siempre hay escollos.
ResponderEliminarCris: Toda la razón.