10. Diez. // 304. Trescientos cuatro.

Érase una vez un yo que iba a cuidar de mis primos una noche de Viernes.

 

Nunca pensé que unos trozos de pizza, vigilar a mis primos para que duerman, Hermano Mayor, Callejeros, mis amigas de Antena 3 Neox… etc. Nunca pensé que todo esto… diera para tanto.

 

Nunca imaginé llegar hasta aquí mientras practicaba las acciones anteriores.

 

Sé que no debería estar hablando de esto pero es que el 10 es un número bonito y especial. Y tampoco tenía que estar hablando hoy, pero es que ayer, este texto, no existía.

 

El 10 de Zidane, el 10 de Ronaldinho, el 10 de Messi, Ozil, Figo, Seedorf, Pele, Maradona, Del Piero, grandísimos jugadores han portado el 10.

 

Pues me toca a mi portar el 10. Espero seguir evolucionando. La verdad.

 

Pero este número me gusta. Si me gusta ahora no os digo nada de cuando lleguemos al 14. jajaja. Informo que el día del 13, además, es mi santo. Casualidad? No lo creo.

 

Bueno, como iba diciendo, cuidar primos nunca tuvo tan buen resultado.

 

A veces, lo que parece ser un gran malentendido (de esos que hoy en día ya no me gusta compartir) da lugar a algo que realmente nunca esperas. Pues la sensación de recibir algo cuando no te esperas nada es sobrecogedora, maravillosa… Aunque bueno, sé de gente que entiende, al pie de la letra, de lo que estoy hablando.

 

Y cuando todo esto dio lugar… a mi no me preocupaba nada, pero nada de nada. Bueno sólo una cosa. Y me preocupaba por respeto y “solidaridad” De repente… Todo pareció ser una gran preocupación infundada por otros.

 

Cuando la única cosa que me preocupaba al principio dejó de preocuparme, vista su aceptación, sólo trabajé y aún trabajo porque el resto de cosas que me preocupan (y digo me porque es mi labor) dejen de preocuparme. Complicado, sí. Pero no imposible. Día tras día, acción tras acción. Despacito y buena letra. Aunque a veces, la cosa, se pasa de castaña oscura y el que se vuelve oscuro por dentro soy yo.

 

Pero al margen de todos estos castaños oscuros, mentes oscuras y ángeles malditos y demonios que asesinar (Escribo este post mientras veo una serie que se llama Sobrenatural, la cual me está ayudando a encriptar de una manera “Sobrenatural” este post, de ahí tales palabros) sigo adelante. Seguir adelante. Cuesta eh? Muchas veces, cuesta. Pero aquí sigo, y desde hace no más de 4 días… con más ganas de seguir.

 

Percepciones, confirmaciones, seguridades, palabras, actos... Nunca pensé que tardaran tanto en llegar. Pero mis padres me dotaron de una gran paciencia. Y de paciencia he vivido todo este tiempo.  Otros muchos, hubieran caído hace muuuuuuuuuucho tiempo. Cierto es que sus baterías están casi desgastadas. Muy desgastadas. Pero creo y pienso que ahora van a tener una temporada tranquila para poder recargarse. Y espero no tener que usar más el recurso de la Paciencia, nunca más.

 

Dije que “Nunca pensé que las percepciones y las confirmaciones tardaran tanto en llegar”.  Y yo siempre digo que “El yo creía y yo pensaba son santos que no existen.” No pienses que… no creas que… ESTATE SEGURO DE…

 

Y por cierto, lo del 304… Si sumáis los números da el 7. El gran Raúl González.

 

Recordaré muchas cosas siempre. Recordaré aquel frío, aquel sueñecito rico que me eché, aquel bocado de pizza, aquel bote pringoso… y muchas cosas más. Seguiré recordando muchas cosas siempre. Porque yo nunca olvido. Ni lo bueno, ni lo malo. Nunca olvido.

 

Y poca gente lo entenderá qué significa 10, 304, primos, pizza o chicas de Neox. Pero me conformo con saber de qué hablo. Y lo mejor de todo, es que esto no quedará aquí. Esto es sólo un pequeño prólogo de la que se avecina.

 

Un saludo.