Una pequeña técnica.

Buenas.

Ayer hablaba yo de mis escritos y de mi sorpresa ante ellos.

Pues bien.

Una vez aprendí que a las chicas les gustan los halagos, tiene toda la lógica del mundo. La parte en la que te dicen “Es que me gusta que me digas eso” o “Me gusta oír esas cosas de ti” reconfortan a uno. A mi me reconfortan, os lo aseguro. Porque las escucho/leo.

Preciosa, corazón, encanto, ángel, guapísima, belleza, sol, amor, pichona, luna, estrella, etc.… son algunas de las palabras que yo mismo utilizo en determinados momentos. Pero a esta pequeña lista se le puede añadir un sin fin de buenas palabras.

La cuestión es coger un poco el hábito de tener detalles con tu chica en forma de palabras, sin olvidar, claro, que la vida son hechos, pero tampoco esta mal adornar un poco el lenguaje y hacer de ello un regalo a los oídos de tu chica, uno debe ser romántico, siempre con los pies en la tierra claro, pero no esta demás ser o intentar ser un galán.

Tampoco tienes que ser un plagiador del mundo. Es decir. No uses lo que ya se ha usado. (Hay cosas que se pueden parecer, o hay cosas que tienen que ser iguales). Lo suyo es ser original. Intentar ser poeta. Pensar en una palabra y que te venga una gran lluvia de ideas a la cabeza para intentar crear maravillas con esa palabra. Eso hago yo. Sobretodo ahora que tengo tiempo libre en la piscina.

Si seguís mis consejos, acostumbraos a decorar vuestros saludos: hola corazón, o adiós ricura, hasta luego mi vida, y cosas de estas, siempre sin abusar claro que si no puede resultar cansino.

Si lo hacéis me contáis. Si no lo hacéis ya os contaré yo. Por que yo sí lo hago así.

Un saludo.