Sábanas, camas y yo.

Buenas.

 

No siempre hay que acordarse de todo lo peor.

 

A veces es bueno recordar los buenos momentos. Los mágicos momentos. Y tal día como hoy hace un año estaba yo estudiando Arquitectura (de ahora en adelante ARQ) para un parcial que tenía 3 días después.

 

Pero tenía algo entre manos. Un PDF rico rico y largo que iba a asentar las bases del conocimiento. Y no, no precisamente en ARQ.

 

Tras una deliciosa cena y mis nervios a flor de piel hice la misma rutina que incluso hoy en día realizo al menos un día por semana.

 

No sé, ni me importa, si hubo alguien que alguna vez siguió mi rutina. Si no lo hubo “ole yo” y si lo hubo pues “Ole yo” 2 veces por copiar sin saber de antemano. Pero vamos, que me resbala más que la gelatina por mi cuerpo.

 

Hoy creo que este post debe salir a esta hora, a las 00:00 porque representa un día. Todo el día 10/10. Del año que sea. Pero lo representa. Números binarios, qué bonito oye. Viva la informática, no?

 

Eso pensé cuando se me informó de tal proeza:

 

“Anda, mira, 10-10, como los números en binario.”

Pensamiento instantáneo: Viva la informática.

 

Así que yo abrí sábanas, cogí el armatoste ese negro al que le falta una pieza y se ven sus tripas y me puse a leer como si no supiera qué era lo que ponía.

 

Tras mucho blabla y mucho snif snif llegué a la conclusión de que lo que había escrito lo había escrito muy bien. Mostrando lo que quería mostrar. Asentando las bases del conocimiento.

 

Y tras eso… la pertinente explicación a las posibles dudas. El desenlace perfecto y 2 palabras que concatenadas no hacen más de 3 letras. Ole.

 

Y a las 2AM iba yo con mi Levels en el oído intentando imaginarme la elevación infinita.

 

Y Olé.

 

Esa noche dormí como un tronco. Me lo merecía. Había pasado días realmente malos. Pero de alguna manera me tenía que sobreponer.

 

Otro día os cuento más.

 

Saludos, queridos lectores.