Hola, buenas tardes.
Sí, entrada inusual ésta. Escrita a una hora… impropia de este blog.
Simplemente vengo para decir que tanto este blog, como el que lo escribe, o sea yo se declaran en cuarentena hasta nueva orden.
Entre que tengo pocas ideas para escribir (y las pocas que tengo no son muy buenas que digamos) y que no tengo tiempo… Decido tomarme unas vacaciones. Un poco de paz y armonía.
A no ser que alguien me pida que escriba algo sobre alguien, volveré a escribir sólo cuando lo necesite.
Mientras tanto me aíslo en mi cobertizo y pongo el estado de cuarentena.
Un saludo, hasta pronto.
Oye si esta cuarentena tiene que ver algo con la puerta de la casa, es hora de decirle a esa casa que si no tiene puerta no es casa ni es nada. Que si no quiere tener una puerta abierta será porque prefieren que accedan a ella por las ventanas o rendijas, o agujeros forzados, que es lo que hacen los ladrones a los cuales no les importa estropear la casa para entrar, romperla, luego irse dejándola con las paredes rotas y desbalijada por dentro. Debería plantearse enseñar esa puerta, pero una bien grande, con marco de madera hecho a mano y preciosa, para que todo el mundo vea lo bonita que es la casa y lo bien que está construida, lo que te has currao el diseño y como piensas cada día en mejorarla, cuidar de ella para mantenerla en orden, bonita y feliz. Creo que sois un equipo perfecto como habitante y casa, así que espero que se piense que tu también estás ya pasando frío y desolándote en tu cobertizo por no encontrar la dichosa puerta, si de verdad quiere que seas su habitante que te muestre de una vez esa pedazo de puerta y viváis ya agustito ;)
ResponderEliminarGuau, no sé quién eres, pero guau...
ResponderEliminarEstoy en cuarentera, sí, entre otras cosas por la puerta. Total, estoy esperando a que salga por sí sóla.
Me gusta tu comentario. Pero esto... se lo tendrías que transmitir tú a la casa. Yo, poco puedo hacer.