Propósito conseguido

Buenas.
Pues bueno, una nueva noche, he salido por ahí.
Aunque debería decir “común” en lugar de “nueva”…
Hoy me apetecía salir.
Previamente ya iba contento porque el Madrid había ganado 1-0 sufriendo…
En el autobús, cuando iba hacia Azuqueca iba pensando que iba a ser una noche muy normal y, como todas, aburrida.
Así que puse a funcionar mi cerebro para encontrar alguna manera COHERENTE de que eso no fuera así. Después de pensar unas cuantas cosas decidí que lo que iba a hacer era jugar al Tetris.
Cuando llego a Azuqueca go to the Churry y ahí está el primer encuentro con Killo, mi manita y sus friends que se iban con botellas y vasos para hacer “no sé qué”…
Después pues el saludo con muchas personas, entre ellas Óscar, Alberto y Sam.
Debido al frío decidimos ir a la Habana. De camino me encuentro con Celia, un pequeño saludo y a seguir nuestra marcha.

Tan sólo 10 minutos después de que abrieran la Habana ya estaba petadísima de gente.
Y yo ya empeñado en encontrar un rincón para mi.
Siguen los saludos y bla bla bla hasta que terminamos jugando al futbolín Quique y Carmen contra Killo y yo. Resultado: 6-1. Apunto de pasar por debajo de la mesa.
Después sigues buscando un rincón donde poder estar tranquilo, apoyado y ¿jugando al Tetris?
Me crucé con Tomasz. Tuvimos una conversación importante, directa, seria con respecto a mi problema, que ya tiene un nuevo nombre: Estrés. Demasiado para mi.
Pero bueno, me ha dicho que así se aprende para el futuro y que me tranquilice y que saque lo que pueda.
Después saludé a Esteban y me acurruqué detrás de la espalda del hombre de 2 mts y cometí el primer intento de jugar. No salió bien.
Así que volví a buscar otro sitio hasta que… LO ENCONTRÉ!, justo debajo del Dj de “guardaropas” (Marcos, vigílame esto(el abrigo) porfa).
Luego te encuentras con cosas graciosas que si creo oportuno contaré, pero voy a mandarle un aviso a la persona que me contó esto: TE LO DIJE.

Encontré el sitio y me puse a jugar al tetris. Esteban me vio y me dijo que él tenía uno mejor así que le hice un hueco en mi rincón y los dos nos pusimos a jugar. Él estaba un poco mal… todo hay que decirlo.
Mucha gente venía a preguntarme qué nos pasaba, que qué hacíamos de fiesta y en un rincón jugando al Tetris.
Esteban se cansó y se fue pero yo me quedé con su Tetris… jajaja. Además seguía de vigilante de abrigos y bolsos.
Y nada más sucedió, al final nos fuimos al casa en el coche del Miguel y la noche terminó tal y como esperaba: jugando al tetris.
Y nada más sucedió, jugué al tetris tal y como quería.
Un saludo.