Buenas.
Ayer estaba yo un poco nostálgico. Si estás 4 días desayunando magdalenas… o una de dos, o quieres más todos los días o te acabas cansando y como a mi me gustan mucho las magdalenas… pues quería más y más y más. En cambio, éstas se agotaron y me dieron galletas, que no están malas, pero cuando uno prefiere una cosa…
Y por eso estaba yo nostálgico. Viviendo una situación parecida a la de los campamentos, cuando llegaba ese 1 de Julio y tus papis te dejaban en el bus para irte durante 14 días. O el día 14 del campamento, para volver. Que nadie quiere.
Pero a veces, por mucha nostalgia/ganas que sientas de algo… Has de saber cuando puedes o no seguir haciéndolo. Porque las cuerdas se tensan y se pueden terminar rompiendo.
Hay que ser lo suficientemente inteligentes para decir “Eh, hasta aquí, que si no, me paso”. Caso de seguir y seguir y seguir… la gente afectada se puede enfadar y/o mostrarse muy molesta. A veces, las disculpas no sirven de nada.
Por eso, pienso que, en este aspecto yo tengo control.
Luego está el caso en el que por unas causas u otras la gente ha de modificar su ritmo de vida y/o sus actos.
Yo, por unas causas u otras, he tenido que dejar de ver los 30-35 partidos que cada fin de semana me tragaba (ya sea por periódico, teletexto, viéndolos, oyéndolos…).
Mi tía, hace años ya, tuvo que dejar de poder ver la tele a las 3 de la mañana a volumen 15, porque tenía un bebé en casa y se podía despertar.
Claro que todo se puede seguir haciendo, pero con modificaciones y RESTRICCIONES que por unas causas u otras estamos en la obligación de cumplir.
Mi tía puede seguir viendo la tele a las 3 de la mañana, pero no al mismo volumen, parando poco a poco para ir a dar agüita al niño, etc… y yo, por el contrario, no puedo verme 35 partidos, pero sí puedo verme 1 y luego buscar en internet el resultado de los otros 34.
Modificaciones y restricciones que, por unas causas u otras, hay que hacer.
De ahí que sepa cuando hay que añorar y cuando no. A veces se puede y otras no se puede. Todo, como siempre, tiene sus consecuencias. Las hay letales y las hay normales.
En ciertos momentos, por unas causas u otras, llegan cambios a nuestras vidas que provocan que tengamos que hacer cosas nuevas y que tengamos que hacer cosas que antes hacíamos.
Que os quede bien clarito.
Un saludo.